Llovía en la calle y nosotros desayunábamos junto a una pareja holandesa que hacía de la B a la A. Él nos decía: "Notaréis en vuestro culo cuando entréis en Alemania del Este!". En futuras entradas explicaremos por qué. (En ese momento no le entendimos).
La salida de Einbeck, a poco nos iba a enseñar bonitos paisajes, muestra de la que probablemente fue la más bonita y completa etapa que vivimos. Mucho carril de tierra, mucho bosque frondoso, considerables subidas y bajadas, y para colmo, algo de frío y mucho barro !!.
empezando la etapa from RafayMarian on Vimeo.
Durante el trayecto, conocimos a otra pareja holandesa que iban desde Deventer a Berlin (la chica sale en una foto). En holanda todo el mundo es cicloturista, e incluso el chico había ido en bici desde el sur de Francia a Málaga, y nos estuvo contando su experiencia. Fue agradable compartir unos kilómetros con ellos.
La anécdota fea de la jornada fue en una pastelería cerca de Goslar, donde la pastelera (típica alemana gorda y rubia, de mofletes rojos) nos cobró un plus de 60 céntimos porque llené agua del lavabo del baño. Vamos, pa matarla.
La llegada a Goslar fue sorprendente. No sabíamos que fuese tan bonita !! Y vaya, era patrimonio de la humanidad. Un auténtico decorado.
Sin embargo, tuvimos nuestro inconveniente también. Hacía casi dos semanas que habíamos reservado alojamiento, buscando un hotel barato en la ciudad, de manera mis padres enviasen allí el DNI (por correo postal). Resulta que no anotamos la dirección, y caímos en el fallo justo cuando entrabamos en la ciudad. Tras el fallido intento de visitar la oficina de turismo, a ver si nos sonaba algún nombre del listado de hoteles que tenían, tuvimos que buscar un ciber (no fue fácil) para anotar la dirección de nuestro destino. Y para colmo, estaba fuera de la ciudad (a unos 30minutos andando por medio del campo), en una especie de ciudad minera restaurada o algo así. No sabíamos que tenía ese emplazamiento, y conforme nos acercábamos, teníamos más serias dudas de que nuestra valiosa cartita hubiese llegado desde la Subbética a aquella recepción de hotel. Y nos dio un vuelco el corazón cuando la chica nos puso cara de no tener ni idea del asunto. Sin embargo, fueron pocos segundos de pánico, porque al instante llegó el gerente del hotel con ella en las manos !! Uff... que alegría.
Como todos los días, ducha y al centro, y a disfrutar de la ciudad. Muy recomendable, de verdad. Ah, cenamos de buffet en un chino que tenía buen bioindicador. Ya sabéis que Marián no es muy amiga de estos restaurantes, de ahí su cara.
Por último deciros que la música que acompaña a las fotos de esta etapa, nos acompañó realmente en todo el viaje. Amar la trama más que el desenlace !! (del último disco de Jorge Drexler) ... Disfrutar de cada momento, de cada segundo, de cada kilómetro. Lo importante es el camino y no llegar, y hay que disfrutar intensamente de esos momentos en que la vida se pone de acuerdo para hacernos felices. Viva la vida !!
ETAPA 13 from RafayMarian on Vimeo.
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