lunes, 1 de noviembre de 2010

La odisea de la vuelta

La vuelta, la odisea de la vuelta.
Como contamos para la ida, las bicis necesitaban ir en cajas cerradas en el avión, y ahora, para la vuelta, necesitábamos embalar tambien nuestras bicis.
Nuestro hotel estaba cerca de AlexanderPlazt, y una mañana la dedicamos a buscar cajas de cartón en las tiendas de bicicletas del barrio. Cogimos las bicis y fuimos por el centro de Berlín a buscar. Visitamos cinco o seis tiendas y nada. Resulta que era viernes y el jueves había pasado el reciclaje de cartón! Nos veíamos comprando bolsas especiales para bicis. Pero no desistimos en la búsqueda, quedaban tiendas de bicis en Berlín!
Nuestra tienda habitual es OnBike en Priego de Córdoba, que es de un chico llamado Conrado. Al final, después de mucho buscar, casualidades del destino, en una tienda llamada Conrad conseguimos las cajas. Nos dió tanta alegría que nos hicimos hasta una foto con él.

A la vez, con las enormes cajas de cartón y las bicis, no podíamos ir hasta el hotel, así que fuimos al hotel, dejamos las bicis, y volvimos en bus a recogerlas. El problema fue cuando a la vuelta, el conductor del autobus no nos dejó subir los cajetones. Tuvimos que cargarlas andando. Unos 3km o asi. Menos más que iban vacías, y que no nos conocía nadie, jejeje.

En una habitación del hotel, desmontamos las bicicletas (ruedas, pedales, manillar, sillín...), y junto con la tienda de campaña, zapatillas, cascos, y otras cosillas, llenamos y precintamos las cajas. Como os podéis hacer una idea, pesaban un quintal. Y ahí, surge el problema. Nuestro aeropuerto estaba en las afueras. ¿Cómo llegar a él con nuestros pesadísimos cajetones si para ello necesitabamos coger un bus, varios metros y trenes?. Pues no sabemos muy bien como, pero lo hicimos !!

Primero, llegamos cargándolas a la primera parada de bus (a unos 200 metros del hotel). Cada 10 metros parábamos, y nuestros brazos y manos dolían pa reventar. El reto era convencer a este conductor para que nos llevase dos paradas, hasta la boca de metro. Teníamos hasta nervios. Cuando llegó, mientras Marián iba a preguntarle, yo por la puerta de atrás, metí una, y a los dos segundos la otra. Política de hechos consumados... jejeje. La gente en el bus especulaba con qué sería lo que llevábamos. Fahrrad - decía la mayoría. Vamos, un espectáculo.

Siguiente reto. Bajar las bicis al metro, sin ascensor ni escaleras mecánicas (no había en esa boca). Ahí descubrimos la técnica de ir los dos con una bici, avanzar unos 50metros, y volver a por la otra. Trabajo de equipo !! Así, poco a poco, conseguimos llegar a la estación de tren de Alexanderplazt. Estábamos a punto de conseguirlo !! Estábamos muy cansados,  y por la estación íbamos arrastrando las cajas haciendo un ruido que vamos ... la gente se nos quedaba mirando. Llegamos al andén ... que alegría!!.

Un esfuerzo más para cargarla al vagón de tren, y en treinta minutos, estábamos en el aeropuerto. Allí conseguimos un carrito (la última foto) y ... prueba superada. Horas más tarde, volábamos de vuelta a casa.

En el aeropuerto de Málaga, recogimos las bicis y ahí estaba Euri con su superfurgoneta, esperándonos para terminar lo que empezamos juntos.


La odisea de la vuelta from RafayMarian on Vimeo.

Ahora sí, aquí termina esta aventura. Esperamos que os haya gustado. Muchas gracias por haber seguido el blog. Os animamos a hacer cicloturismo, y sobre todo, a ser felices !! Besos. Rafa y Marián.