delaAalaB: ETAPA 1: Utrecht - Amsterdam

Empezaba la AVENTURA!! Era un día novedoso para nosotros, poníamos en práctica lo que durante semanas antes estabamos preparando.

Esa noche habíamos dormido en casa de Maia, una socia de "amigos de la bicicleta". Ésta es una Asociación (con lo que nos gustan a nosotros!) que ha creado una red de alojamientos privados a buen precio, que ofrece también desayuno a viajeros que se mueven en bicicleta. En enlace es http://www.vriendenopdefiets.nl/.Por lo general la familia amiga de la bici suele ser muy agradable y se presta a ayudarte en todo lo que necesites. Tienen alojamientos principalmente en Holanda, y algunos en otros países de Europa, entre otros Alemania e incluso España.

En Utrecht me acordé mucho de la gente con la que compartí mi Erasmus alli. Aunque las vacaciones se llamaban de la A (Amsterdam) a la B (Berlin), no podía estar a 40 Km de Utrecht y no volver, así que, por si eran pocos Km ya de por sí, le añadimos unos pocos más.
Salimos de la casa perfectamente equipados, estrenando camisetas naranjas!

La salida de Utrecht fue confusa, no estábamos hechos a las señales holandesas para bicis, tienen un completo y a la vez, complejo sistema de carriles bicis. Puedes llegar a cualquier punto del país y tu puedes confeccionar la ruta que quieras. Hasta que aprendes cómo... pierdes unos pocos Km. En las fotos podeis ver algunas señales. La salida de Utrecht fue por el barrio rojo, que además está situado sobre botes en canales, fue curioso ver la cantidad de coches aparados en las cercanías. Hay que entender que era domingo por la mañana, temprano.

El camino hacia Amsterdam fue precioso, de los mejores de estos 1352 Km. Las fotos apenas reflejan la belleza del camino. Canales, casitas de cuento, jardines preciosos.Para mas repipis todavía, montones de familias al completo en bicicleta paseando por esos caminos, mayores, niños, bebés...

Pronto vimos el cartel de "Amsterdam 20", ¡que bien, va todo según lo previsto! A la media hora, Amsterdam: 20 Km, al rato, Amsterdam: 20 Km... y la moral por lo suelos, qué estaba pasando. Llevábamos el rumbo bien, seguíamos la indicaciones bien... el problema: Para entrar a la ciudad hay que sortear autovías, canales, trasvases.. y eso hacía que, aunque hacíamos Km, no avanzábamos... psicológicamente esto nos pinchó, más que nada, porque pensábamos que descuadres así nos obligarían a modificar la ruta.

En Amsterdam, la cantidad de tranvias, coches, autobuses y bicicletas nos agobió un poco. No es lo mismo moverte por la ciudad con la bici sola, que con la bici y las alforjas, que aunque no pesaban mucho, tienen un volumen a tener en cuenta cuando te cruzas o adelantas a otros ciclistas. Dimos un paseo por el centro, habíamos ido anteriormente varias veces y no quisimos entretenernos más.

Despues de comernos las primeras FRITES auténticas holandesas, frente al edificio de La Bolsa, quisimos quitarnos Kilómetros en tren. Era el primer día y ya queríamos usar el transporte público!!.. pero habiamos hecho casi 30 Km más de los previstos y todavía nos quedaban 40! Y la sorpresa... en el país del transporte público.. no hay tren hacia Volendam! La unica opción: bicicleta, así que, una vez despejado el pesimismo de la cabeza, pusimos rumbo a Volendam. Cogimos un barco que nos atravesó un canal, yo casi me quedo en tierra, porque soy más lenta que Rafa y llegué tarde, pero el buen hombre conductor fue considerado y volvió a bajar la trampilla del barco para que yo entrase.

El camino de Volendam fue bonito, vimos los primeros molinos, los primeros pastos y las primeras vacas.

Llegamos antes de lo previsto, recortamos Km no se por donde ni por qué. Aun así hicimos 20 Km más de lo previsto. Euripides nos decía siempre, "no os fieis del rutómetro, que siempre te salen más Km de lo que piensas" y para este primer día, así fue.

Localizamos la casa de la nueva "vrienden op de fiets", que de vrienden no tenia nada. Esta vez era una antipática abuelita que nos metió en su casa de forma nada simpática. Pero bueno, nosotros queríamos buena cama, ducha limpia y desayuno abundante y esto sí lo obtuvimos.

Despues de darnos una buena ducha, salimos a visitar el pueblo. Tenia unas bonitas vistas al mar. Mientras nos comíamos unas croquetas y unas empanadas de queso (tipical ducht), contemplamos el atardecer entre nubes y cervezas.

Y haciendole caso a mi padre:

" A las 10,

acostao estés,

si es antes,

mejor que después".

Para el primer día habian sido muchos Km y estábamos muy cansados, así que, aunque todavía era de día, nos fuimos a dormir.